Alma Datil Calderón
“¿Quién está ahí?”
Exalta un “aaavee”
al ver que era yo
“Dios te bendiga”
y le sigue el meneillo
de acomodarse en su silla
Aunque es rutina
desde mi conciencia
el dominó en el veinticinco nunca falta
Cada amanecer navideño
repasaba tres cosas
los regalos, la comida
y el capicú del viejo
En pareja o en contra
de 200 puntos
o extender hasta rendirse
El dominó era el símbolo navideño
en casa de abuelo
De ser espectadora
a ser jugadora
El anticipado doble seis
creaba magia en mí
Mientras mis primos
compartían los gallos con Amado
yo compartía el meneillo de fichas
y pelear con abuelo
porque las marcaba
y hacía trampa
El clan clan de ellas
era mi parranda
Pero esa campana
de veintiocho pedazos de resina
no sonaron este año
Ahora los veinticinco
puedo repasar dos cosas
los regalos y la comida
porque el dominó llegó
hasta la primavera anterior
Aunque ya no oigo
tus capicus los veinticinco
Aunque no veré
tu meneillo al recibirme
Aunque no pelearé
por tus trampas y travesuras
Navidad siempre tendrá
Amado y dominó
dentro del nombre