Por Génesis Ramírez
Como árbol de mangle era mi abuela.
Con sombra amplia nos resguardaba a todos,
nos unía.
Cuatro avecitas cuidó en sus ramas,
una avecita se fue volando al cielo.
Éramos nosotros aves de todo tipo
haciendo nidos en un mismo árbol,
comiendo de sus muchos frutos.
Siete polluelos rompieron cascarón en sus ramas,
a cinco polluelos los tomó de otro mangle.
Se mecía de un lado a otro con el vaivén de sus ramas,
como árbol de mangle oscuro que en el bosque se destaca.
Conocido por su amabilidad innata.
Cinco polluelos nacieron después,
uno apenas sabe volar.
Llegaron otras aves al árbol de mangle que ya no se mese.
Veintisiete aves de todo tipo que se mantienen unidas
porque eso es lo que el árbol de mangle querría.