Por Ana V. Meléndez Ortiz
¡Levántate!
Naciste de la madre,
del color de tierra y amor del aire.
Creciste junto a plátanos y lirios,
hueles a viandas con néctar,
férrea y dulce.
¡Levántate!
Naciste del dolor y resistencia,
naciste porque querías revolución.
Naciste cimentado en raíz de Ceiba,
sembrado en riquezas,
manchado con sangre taína, africana y española.
¡Levántate!
La verdad que no se encubre
la coraza que retumbe.
Un San Pedrito canta con barro en el pico,
las plenas con el tun tun tun,
el baile de dos mestizos.
¡Levántate!
Perdemos nuestra identidad,
píntate la cara con lodo,
da tres vueltas con las manos arriba
y grita súplicas porque Juracán
no puede enfadarse y volver a pasar.
¡Levántate!
Perdemos la lucha,
repasa la historia de verdad,
aquella que los diarios de Colón ocultó
y Pedro Albizu Campos proclamaba.
Somos producto de injusticia: violación.
¡Levántate!
Naciste del sacrificio callado
y órganos acuchillados.
Somos puertorriqueños,
hijos de magma y luna,
no del mar y el sol.
¡Levántate,
que naciste
Boricua!
