Angelica Murillo Fernandez
Hoy tengo una higuera que me espera.
Me espera en donde el desierto toca el mar.
La briza lo golpea fuerte, pero aún resiste,
como yo resisto el volver a casa.
Con cada golpe, con cada triste recordatorio
de que no pertenezco aquí,
no entre el clima cálido,
no con el árbol de mango que dijo que podríamos pertenecer,
no entre quienes me ven sólo como algo exótico de lo que alardear.
Hoy no pertenezco aquí…